Llegó marzo. Con M de mujer. Con M de más mujeres en puestos directivos. M de menos machismo, de miedos fuera, de mismas oportunidades para todos. Con M de un mundo más justo, sostenible y sin brecha de género. Siempre reflexionamos y reivindicamos la igualdad el 8 de cada marzo, pero olvidamos que es una carrera de fondo y que debemos recodar estos derechos día a día para lograr el progreso social. La equidad entre hombres y mujeres es cosa de todos y debemos de fomentarla en cualquier ámbito de nuestra vida: ya sea en el hogar, en el trabajo, o con nuestros amigos.
Para nosotros, la apuesta por la figura de la mujer en la empresa es un hecho, ya que el 56% de la plantilla lo forman mujeres. Además, desde hace ya dos años, UCI puso por escrito sus compromisos y formó su Comité de la Diversidad. Durante este tiempo, hemos puesto en marcha diferentes acciones que nos han ayudado a seguir muchas buenas prácticas y tener un lenguaje más inclusivo.
Por eso, te traemos siete claves prácticas para que avancemos juntos en nuestro día a día hacia la igualdad de género. Porque nosotros debemos tomar las riendas y ser inspiración para otros en este progreso social:
1.Utiliza un lenguaje no sexista. A todos nos ha pasado alguna vez que hemos utilizado el femenino para mencionar ciertos profesionales, como es el caso de las enfermeras. No te quedes en estas distinciones sexistas y sé inclusivo.
2. Pon en duda (o destruye en tu mente) los prejuicios, las frases hechas y los tópicos que tantas veces hemos escuchado. Cuántas veces hemos escuchado un “seguro que es mujer” al ver algún coche circulando mal.
3. Vive tus sentimientos, no los escondas: Da igual si eres hombre o mujer. No escondas lo que sientes o lo que piensas, si te ha molestado alguna conducta o no entiendes qué te está queriendo decir y te gustaría que fuera más expresivo /a, háblalo. Para lograr la equidad es fundamental la empatía. Además, siempre enriquece a las personas conocer distintos puntos de vista.
4. En el hogar, reparte las tareas de manera igualitaria. Es en cada una de nuestras casas donde debemos educar y concienciar para ver el resultado en la calle.
5. En el trabajo, fomenta y respeta la conciliación tanto femenina como masculina. Muchos hombres, aunque tienen permiso de paternidad, no lo disfrutan todo el tiempo que le corresponde porque pueden sentir que está mal visto por parte de la empresa. Es un derecho y todos debemos respetarlo y no juzgar.
6. Tanto en casa como en el ámbito laboral, apoya la asunción de responsabilidades por igual. No caigas en los roles que la sociedad ha establecido. Anima a todos los que te rodean para desempeñar tareas que hasta ahora no hacían o estaban clasificadas según el sexo.
7. Pero, sobre todo, empieza a ser inspiración para los demás con tus actos y tu forma de pensar, el cambio empieza en uno mismo.