De acuerdo con el informe “Hacia un nuevo modelo de sector inmobiliario, sostenible y competitivo”, publicado por PwC, la rehabilitación y uso de materiales sostenibles son claves para la generación de valor y la prevención del daño medioambiental. Una mejora del 20% en la eficiencia en el uso de los recursos en la UE generaría un crecimiento económico del 1%.
Igualmente, el informe se hizo eco de las medidas legislativas y la necesidad de un marco de inspecciones más claro y sancionador, que incentive la rehabilitación de los inmuebles.
Mi intención con este artículo es poner en valor la excelente oportunidad que la eficiencia energética representa, siempre y cuando todos los agentes afectados se involucren de forma decidida.
Nueva normativa europea de eficiencia energética
En junio de 2018, se aprobó la Directiva (UE) 2018/844 que modificó sendas Directivas 2010/31 y 2012/27 relativas a la eficiencia energética.
Con el propósito de alcanzar los objetivos de reducción de emisión de gases de efecto invernadero e incrementar la cuota de aprovechamiento de las fuentes de energía renovables, la nueva Directiva estableció las siguientes medidas:
● Descarbonización del parque inmobiliario.
● Acceso igualitario a la financiación para la renovación de los edificios.
● Calidad edificatoria como fuente de confort y bienestar.
● Financiación inteligente para edificios inteligentes.
● Otros mecanismos eficientes y rentables como uso de vegetación en espacios públicos y edificios para proporcionar aislamiento, I+D en eficiencia energética del patrimonio cultural, instalaciones alternativas para la eficiencia y la seguridad frente a seísmos e incendios, y transparencia de certificados de eficiencia energética.
● Electromovilidad vinculada a los edificios.
● Edificios inteligentes a través de las TIC.
● Inspecciones más eficientes de las instalaciones de calefacción, aire acondicionado y ventilación.
Impacto de la normativa en el mercado inmobiliario
Las diferentes medidas propuestas por la Comisión Europea en la nueva normativa ya están teniendo un efecto dinamizador del mercado inmobiliario. No obstante, también suponen un enorme reto en el que todos los agentes debemos estar involucrados.
1. Flexibilización de la rehabilitación de viviendas
Según declaraciones del consejero superior de colegios de arquitectos de España, Lluis Comerón, en un artículo de Expansión, España cuenta con de más 25 millones de viviendas construidas y otros edificios, que requieren adaptarse a los nuevos estándares europeos.
Por otra parte, afirma que para alcanzar el objetivo de descarbonización en el 2050, será necesario rehabilitar anualmente más de 750.000 viviendas.
Para ello, va a resultar imprescindible contar con la voluntad y apoyo de las administraciones locales, con el fin de flexibilizar este proceso.
Un buen ejemplo podría ser el Plan MAD-RE (Madrid Recupera).
Durante las Jornadas de Eficiencia Energética en el sector inmobiliario del siglo XXI, organizadas por Expansión y Su Vivienda, el titular del área de gobierno de desarrollo urbano sostenible del Ayuntamiento de Madrid declaró que el Plan MAD-RE incluye subvenciones directas para obras de accesibilidad, de eficiencia energética y conservación en edificios de vivienda.
Sin duda, este tipo de políticas pueden ser de gran ayuda y son la línea a seguir con el fin de garantizar el cumplimiento de los objetivos de la UE.
2. Construcción nueva de consumo cero
A partir de 2019, todos los edificios públicos de obra nueva deberán ser de consumo casi cero y, en 2020, todos los nuevos edificios de titularidad privada deberán cumplir con los mismos niveles de exigencia.
Es evidente que el certificado Passivhaus va a ganar una extraordinaria importancia en España durante los próximos años.
De hecho, en un anterior artículo nos hemos referido a este aspecto, así como al amplio margen de mejora que España tiene en términos de eficiencia energética. Puedes leerlo aquí:
La nueva perspectiva hipotecaria: Sostenibilidad y eficiencia energética
3. Nuevo modelo de financiación hipotecaria
El sector bancario y crediticio también debe hacer un esfuerzo por adaptarse al nuevo contexto y premiar aquellos proyectos que busquen la eficiencia energética.
El Proyecto Hipotecas Piloto de Eficiencia Energética –del que UCI forma parte junto a otras 37 entidades europeas- persigue, precisamente, facilitar las hipotecas verdes; es decir, aquellas que tienen como propósito adquirir una vivienda con un alto estándar de eficiencia energética, o bien la reforma de la misma para lograr reducir el consumo energético y las emisiones de CO2.
La rentabilidad de la eficiencia energética como argumento del sector inmobiliario
La mejora de la eficiencia energética de las viviendas y edificios supone un excelente mecanismo para incrementar su valor en el mercado.
No sólo es una cuestión de valor percibido por parte de los compradores más concienciados con la conservación medioambiental; también se refleja en los costes ligados a la habitabilidad de los espacios.
El citado certificado Passivhaus, por ejemplo, permite reducir en un 90% el gasto energético en construcciones ya existentes, y un 75% respecto a nuevas edificaciones.
Sin lugar a dudas, la eficiencia energética debe convertirse en uno de los principales motores de nuestro sector.
No obstante, todos debemos aunar y coordinar esfuerzos, mediante medidas que se apoyen sinérgicamente y se traduzcan en una mayor concienciación, una sostenibilidad del sector y, por qué no, una mayor rentabilidad de negocio.
