Es evidente que el mercado hipotecario está evolucionando para favorecer aquellas políticas que persiguen una mayor eficiencia energética de nuestros hogares. Las denominadas como “hipotecas verdes” son un claro ejemplo de esta voluntad de cambio. Este modelo de financiación ha quedado definido en el Proyecto Hipotecas Piloto de Eficiencia Energética, el cual se basa en el EeMAP (Plan sobre Hipotecas Energéticamente Eficientes en Europa).
El EeMAP es fruto de la colaboración de 37 entidades financieras y otras 23 entidades del sector inmobiliario, incluyendo tasadoras, expertos en energía para la construcción, etc. UCI forma parte de esta iniciativa que nació como un mecanismo de apoyo al Plan de Acción sobre Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea.
En anteriores artículos ya hemos cubierto esta importante temática:
La nueva perspectiva hipotecaria: Sostenibilidad y eficiencia energética
La eficiencia energética, el motor del cambio en el mercado inmobiliario
Al fin y al cabo, el éxito de la implantación de este nuevo modelo de financiación depende, en gran medida, de nuestra capacidad de poner en valor sus ventajas y saber transmitirlo a los clientes. Por eso, a continuación mostramos los beneficios que este tipo de hipotecas proporcionan a los compradores del inmueble.
1. Incentivos de financiación
Las “hipotecas verdes” incluyen incentivos con el fin de facilitar la financiación a aquellos compradores o propietarios que desean adquirir un inmueble energéticamente eficiente, o bien proceder a obras de reforma que conduzcan a dicha eficiencia.
Estas medidas incluyen el establecimiento de un menor tipo de interés sobre el préstamo, o bien el otorgamiento de un mayor porcentaje de capital disponible para la financiación.
2. Ahorro energético y mayor habitabilidad
Por otra parte, es evidente que los compradores también se ven beneficiados en su calidad de vida.
El hecho de adquirir un inmueble o vivienda con mejores estándares de eficiencia energética –o proceder a su rehabilitación- permite lograr un notable ahorro en los costes de los suministros habituales. De hecho, y por poner un ejemplo, las diferencias entre un casa calificada con la etiqueta A y otra con la etiqueta G pueden suponer una reducción del 70% en la factura de la luz.
Así mismo, las mejores condiciones de aislamiento de la vivienda también se traducen en una mayor habitabilidad de los espacios a lo largo de todo el año.
3. Apoyo a la conciencia medioambiental
Finalmente, los compradores que se benefician de una hipoteca verde también perciben un apoyo explícito a su conciencia medioambiental por parte de su entidad financiera.
Adoptar medidas que favorezcan la eficiencia energética de nuestros hogares -y, por tanto, protejan nuestro ecosistema- no es una tarea sencilla y, a menudo, no ha contado con el suficiente apoyo por parte del sector privado o la Administración pública.
Este modelo de financiación ayudará a los compradores y propietarios a concienciarse y reafirmarse en su voluntad de adoptar un estilo de vida más sostenible.
4. Necesaria concienciación del sector crediticio
Las entidades de crédito y financiación debemos hacer un esfuerzo decidido por impulsar este tipo de iniciativas, y apoyar a aquellos clientes que desean un hogar más eficiente desde el punto de vista energético.
Sin embargo, es nuestro deber funcionar como fuerza tractora de este cambio, cuyo propósito último no es otro que aunar la conservación medioambiental con la rentabilidad y la fiabilidad de la financiación.