Entre 2018 y 2020 vamos a sustituir todos los vehículos de nuestra compañía por híbridos, uno de los coches menos contaminantes del mercado.
El cambio climático ha hecho que busquemos alternativas energéticas más ecológicas para nuestro día a día. Una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero es el transporte, por lo que es urgente que adoptemos medidas más respetuosos con el medio ambiente.
Según datos del Parlamento Europeo, en 2017 los automóviles recién registrados emitieron una media de 0,4 gramos de CO2 por kilómetro más que en 2016. Por eso, queremos dar un paso más en nuestra apuesta por la sostenibilidad y sustituir todos los vehículos diésel de la compañía por el modelo híbrido Toyota Auris.
Para ello hemos puesto en marcha un plan de renovación de 220 vehículos entre 2018 y 2020 dividida en dos fases; la primera se llevará a cabo a lo largo de 2018, cuando sustituiremos 70 vehículos diésel por vehículos híbridos de la marca Toyota. Así, lograremos ahorrar más de 2 kilogramos de CO2 por kilómetro recorrido, lo que equivale a 650 horas de luz. Además, teniendo en cuenta los kilómetros realizados por toda la flota de vehículos durante 2017, más de 3,7 millones, la reducción de emisiones de C02 al año gracias a la incorporación de los 70 nuevos vehículos será de 46,2 toneladas.
Este tipo de vehículos todavía suponen un 1,5% en el mercado pero la cifra registrada por la Unión Europea crece constantemente y es que, la venta de coches eléctricos con batería en 2017 fue un 51% mayor que en 2016.
Para nuestra responsable de Responsabilidad Social Corporativa, Natalia Hernando “Las empresas como agentes de cambio tenemos que velar por nuestro entorno y por el planeta. Las limitaciones de los recursos naturales determinan que nuestro modo de actuar esté enfocado a la reducción de emisiones y a que seamos muy eficientes con los mismos”.
La incorporación de los nuevos vehículos, así como el resto de acciones que llevamos a cabo por la mejora del medio ambiente, están alineadas con el duodécimo y decimotercer Objetivo de Desarrollo Sostenible, que promueven la reducción de la huella ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos, y la adopción de medidas para proteger el planeta, respectivamente.