Recientemente el Gobierno ha extendido hasta finales de 2024 las deducciones en el IRPF por rehabilitación de vivienda.
Se trata de una medida que estivo vigente hasta 2013 y que pasó a impulsarse nuevamente en 2021, pero en esta ocasión enmarcada en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que busca impulsar la rehabilitación y la mejora de la eficiencia energética en los edificios en nuestro país, logrando más de medio millón de actuaciones hasta 2026.
Mejorar el parque edificado
El 80% de los edificios de nuestro país son ineficientes en términos de energía y, la mayoría, cuentan con una certificación energética E, F o G (la peor posible) . Además, las viviendas suponen la tercera causa de emisiones de CO2 por detrás de la industria y el transporte.
Aunque la pandemia y el aumento del teletrabajo en los hogares impulsó el interés por la mejora de sus condiciones y la reducción del gasto energético, el impulso a la rehabilitación del parque edificado forma parte del compromiso de España y de Europa con los objetivos de descarbonización y eficiencia energética establecidos para lograr un continente climáticamente neutro en 2050.
Incentivos para mejorar la eficiencia energética
En virtud de las medidas, los contribuyentes podrán acceder a deducciones fiscales de hasta el 60% de los importes invertidos en obras de rehabilitación siempre que se reduzca el consumo de energía.
Es importante destacar que la normativa, recogida en el Real Decreto-Ley 19/2021, de 5 de octubre, distingue entre tres niveles diferentes niveles de deducción, 20%, 40% o 60%, en función de las mejoras realizadas en la vivienda, como la reducción de la demanda de refrigeración y calefacción, la mejora del consumo de energía primaria no renovable y la rehabilitación de edificios.
Deducciones del 20%
Podrán optar a esta deducción, aquellos propietarios que hayan hecho obras que reduzcan al menos en un 7% la demanda de calefacción y refrigeración en su inmueble, con un máximo de 5.000 euros por vivienda.
Deducciones del 40%
En este caso, existen dos alternativas: podrán optar, por un lado, aquellas obras que permitan reducir al menos un 30% del consumo de energía primaria no renovable. Y, por otro lado, las rehabilitaciones que permitan elevar tras la reforma la calificación energética al tipo A o B. En cualquier caso, el máximo de la deducción no superará los 7.5000 euros por propiedad.
Deducciones del 60%
Estas deducciones están pensadas para rehabilitaciones que mejoren la eficiencia energética en edificios completos de uso residencial.
Aplicable en viviendas habituales o de alquiler
En cualquier caso, los propietarios podrán deducirse del IRPF en su declaración de la renta tanto si la reforma se ha realizado en una vivienda habitual o la utiliza (o tiene expectativas de utilizarla) como vivienda de alquiler. Eso sí, para conceder las deducciones en caso de que se quiera alquilar la vivienda, el inmueble debe arrendarse antes del 31 de diciembre de 2024.
El Certificado de Eficiencia Energética es imprescindible
Es importante señalar que para poder aplicar las deducciones y verificar la reducción de la demanda o el consumo energético será necesario contar con un certificado energético tanto al inicio como en el fin de la obra.
La posibilidad de beneficiarse de estas deducciones supone un importante estímulo para la mejora del parque edificado. Además de la relevancia económica, estas medidas tienen un impacto directo en la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono de los hogares.