Madrid, 20 diciembre 2021
Ya no queda nada para el sorteo de Lotería más esperado del año, que permitirá a los agraciados tapar esos ‘pequeños agujeros’ o cumplir algún deseo pendiente. El ámbito inmobiliario suele ser uno de los destinos más habituales para los premiados, no solo en compra de inmuebles, también en la mejora del hogar para ganar en confort y eficiencia.
De hecho, en España cada vez es mayor el interés por las reformas. De media, seis de cada 10 españoles quieren reformar su vivienda, sobre todo a raíz de la pandemia, que ha traído consigo nuevas necesidades habitacionales, influenciadas también por el teletrabajo y el aumento del tiempo que pasamos en casa.
Mientras que los afortunados con el Gordo y el segundo premio tendrán más posibilidades de destinar este dinero a una posible compra de vivienda, los agraciados del tercer al quinto premio, con interés en el ámbito inmobiliario, podrían invertirlo en la rehabilitación. Unas obras de mejora que en España se llevan a cabo tanto a la hora de comprar una vivienda de segunda mano, para acondicionarla antes de entrar a vivir, como en el hogar actual.
Dado el interés por la rehabilitación en España, los expertos de UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda, apuntan las claves para una inversión óptima del dinero de la Lotería para aquellos que quieran destinarlo a mejorar la eficiencia energética, sostenibilidad y confort del hogar, que a medio-largo plazo se traducirá también en un importante ahorro en las facturas domésticas.
Para considerar que un hogar es eficiente energéticamente deberá haber mejorado su eficiencia al menos un 30%. Para lograrlo, las reformas más importantes pasan, principalmente, por tener un buen aislamiento en suelos, paredes y ventanas, un sistema de calefacción eficiente y una apuesta por energías renovables para el consumo energético del hogar, además de la incorporación de domótica. Teniendo en cuenta estos factores, la necesidad de mejoras pueden ser de mayor o menor medida.
Reformas integrales de la vivienda: se trata de rehabilitaciones de gran calado y dependerán notablemente del estado de la vivienda y, por tanto, de su antigüedad, que influirá también en el coste.
Si los agraciados con algún premio de la Lotería de Navidad viven en hogares de entre 40 y 70 años, es decir, su vivienda fue construida antes de los 80, seguramente la estructura esté bastante afectada y para una reforma integral necesitarán que les toque al menos el tercer premio (48.000 euros/décimo).
Al ser viviendas construidas con materiales de poca calidad, necesitan acometer importantes obras para un buen aislamiento de ventanas, paredes, fachadas y cubiertas, con la que podría contribuir a un ahorro del 30% en las facturas. A esto habría que sumar también reformas de fontanería y electricidad. Aunque por la antigüedad de estos inmuebles, la reforma integral podría ser necesaria en el conjunto del edificio. Se calcula que en España existen más de 10 millones de viviendas (el 42% del parque inmobiliario) con esta antigüedad, según el Ministerio de Fomento, y principalmente están ubicadas en la Comunidad de Madrid, País Vasco, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Aquellos que viven en viviendas de no más de 40 años, podrían hacer mejoras en su hogar con un cuarto premio (20.000 euros/décimo), aunque lo ideal sería un tercer premio (48.000 euros/décimo). En España existen 6,5 millones de viviendas que datan de los años 1980-2000, sobre todo en Andalucía, Canarias, Región de Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha. Suelen tener una buena calidad estructural, pero no están pensadas para ser eficientes, por lo que necesitarían reformar desde ventanas a suelos o sistemas de calefacción, cuyo coste total oscilaría entre los 20.000 y los 30.000 euros para viviendas de 90-120 m2.
Reformas de menor calado: son las obras aconsejadas para mejorar la vivienda en caso de ser agraciados con un cuarto (20.000 euros/décimo) o quinto premio (6.000 euros/décimo). Al ser obras de menos envergadura, su coste también disminuye, pero pueden ser insuficientes para lograr una mejora 100% real de la eficiencia, aunque sí se logrará un mayor confort y una reducción de las emisiones y el gasto doméstico.
En este sentido, por ejemplo, cambiar el parquet por suelo radiante, es decir, con calefacción, puede costar 12.000–16.000 euros. Sin embargo, la sustitución de sistemas tradicionales por calefacción basada en energías renovables, como la aerotermia o la geotermia, supone un desembolso de entre 10.000 y 25.000 euros, pero permite un ahorro de entre un 35% y un 70% en las facturas energéticas al año.
La apuesta por placas solares para el autoconsumo energético está también cada vez más extendida en nuestro país y su instalación puede suponer unos 5.000 euros; una inversión que se amortizaría en unos cinco años, ya que de media se ahorrarían más de 1.000 euros al año en el consumo energético del hogar.
Apostar por instalaciones domóticas puede ayudar a un ahorro energético de casi un 30%, gracias a la regulación automática de la temperatura, así como del cierre de persianas, toldos y ventanas, con una inversión que no superaría los 2.500 euros.
Es importante tener en cuenta que los costes dependerán de cada tipo de vivienda, según sea su extensión, antigüedad, ubicación, cuidado o estructura, entre otros factores, por lo que, antes de tomar cualquier decisión, lo más indicado es seguir las indicaciones de un profesional experto en el ámbito inmobiliario y en financiación.
Cátia Alves, responsable de Sostenibilidad y RSC de UCI, apunta “si se invierte el dinero de la Lotería en la mejora del hogar, es como si cada año se volviera a recoger un nuevo premio por el ahorro doméstico que se consigue al vivir en una casa eficiente o que tiene al menos una mejora de la eficiencia”. En este sentido, recuerda “el parque inmobiliario español pierde al año más de 12 millones de euros por derroche energético, pero si mejoramos nuestra vivienda podremos ahorrar entre un 30-70% en nuestras facturas anuales”.
Igualmente, a aquellos que les toque la salud y no el premio, podrán optar por soluciones de financiación, sobre todo con la llegada de los fondos europeos, que se destinarán en parte a la rehabilitación del parque inmobiliario.