La contaminación electromagnética, o electropolución, es el exceso de emisiones generadas por distintas frecuencias y radiaciones, como las ondas de televisión, la radio, el internet, las antenas, la telefonía o las líneas eléctricas. La contaminación electromagnética la genera la actividad humana por medio del uso de elementos o equipos electrónicos.
España es el segundo país del mundo con más ondas electromagnéticas, sólo nos adelanta Estados Unidos.
¿Qué genera la contaminación electromagnética?
Hay dos tipos de radicaciones que conviven con nosotros:
- Radiaciones ionizantes o radioactivas: de partículas presentes en los materiales de construcción como el basalto, el granito; del gas radón, presente en el terreno bajo las viviendas. También se encuentra en forma de alta energía como son las pruebas médicas de rayos X y la radiación gamma. O puede que estén a través de partículas como son los rayos alfa, beta y los neutrones . Este tipo de radiación penetra fácilmente en nuestro cuerpo, causándonos efectos como la caída de pelo.
- Radiaciones no ionizantes: Su frecuencia es más baja que las radiaciones ionizantes, pero no por ello hay que bajar la guardia. Están presentes en la luz visible, en los rayos infrarrojos. Engloba la mayoría de las radiaciones artificiales que conocemos procedentes de transformadores eléctricos, microondas, teléfonos inalámbricos y móviles, routers WiFi, enchufes y cables eléctricos.
Las radiaciones no ionizantes tienen dos tipos de efectos secundarios sobre nosotros:
- Efectos térmicos: Aumento de, por lo menos un grado, la temperatura corporal. Aumento de la presión sanguínea, cefalea, cataratas o aparición de nauseas.
- Efectos no térmicos: No están consensuados científicamente, aunque muchos científicos incluyen el insomnio, la esterilidad masculina o el alzhéimer.
¿Cómo evitar la contaminación electromagnética?
Pon distancia:
¿Quién no ha dormido alguna vez con el móvil debajo de la almohada? Los expertos recomiendan tener tus dispositivos móviles a una distancia de entre 30 o 40 cm de distancia de tu cuerpo, utilizar el manos libre o auriculares siempre que puedas para alejarlo de tu cabeza. También recomienda que tengas tu móvil en otra habitación cuando vayas a dormir y que reduzcas el uso del mismo y duración de las llamadas.
Desconecta para recuperar salud:
Carga el teléfono móvil cuando sea necesario, desconecta el router WiFi por la noche o cuando no lo necesites y estés en casa. Otro gesto que te va a ayudar a tener menos contaminación electromagnética es utilizar luces LED e instalar cables de red para conectar la tele y el ordenador a Internet. Además, el cable aporta mayor velocidad de navegación. También es muy útil desconectar el bluetooth, ya que muchas veces lo tenemos conectado por el uso de los smartwatchs.
¿Qué material tenemos?
Puede haber gas radón presente en algunas cerámicas y hormigones. Hay materiales sintéticos que provocan electricidad estática. Alguno de ellos se encuentra en las moquetas, las encimeras de la cocina o en los muebles. Ayudará a disminuir el nivel de la contaminación electromagnética el uso de humidificadores, utilizar materiales naturales en el mobiliario, así como una buena ventilación.
Distribución de las habitaciones:
Si puedes, evita que tu dormitorio esté pegado a la cocina ya que ésta, debido a los electrodomésticos, es una fuente de radiación. Si no pudiera ser posible, pon la cabecera de tu cama lo más alejada de la pared donde se encuentren grandes electrodomésticos, como por ejemplo, la nevera.